Arabia Saudí por fin lo ha conseguido. Era la única candidata y la FIFA le ha otorgado el Mundial 2034 por aclamación. No lo ha impedido los problemas colaterales de llevar la Copa del Mundo a Oriente Medio, ni las constantes denuncias por incumplir los derechos humanos en el país árabe (con queja de la Federación noruega en el Congreso extraordinario incluida). Arabia Saudí ya está en el mapa mundial a través del deporte. Y no hay mejor escaparate que ser el epicentro del fútbol mundial. Del deporte rey.
Arabia Saudí será la anfitriona del Mundial 2034. Y lo hecho con nota. Y alta. 4,2 sobre 5, aunque la FIFA recalca una serie de problemas coyunturales de la candidatura. Pone el foco en los estadios (la mayor parte aún por construir); los transportes; los alojamientos; la falta de transparencia en cuestión de derechos humanos de la población saudí y las fechas en la que se llevará a cabo la competición. “Hay algunas limitaciones naturales que deben tenerse en cuenta”, explica la FIFA. Igual que ocurrió en Qatar, las altas temperaturas de la zona (se proyectan 40 grados en algunas horas del día) harán casi imposible que se pueda disputar en los habituales meses de junio y julio (ya en verano) así que todo indica que en 2034, el Mundial se colocará de nuevo en mitad de la temporada (meses de noviembre y diciembre) como ocurrió en la Copa del Mundo de 2022.
El país saudí se volcará con la organización del Mundial. Son de una cultura en la que no hay medias tintas, las cosas, si se hacen, se hacen a lo grande. Esperan organizar el mejor Mundial de la historia. La FIFA recalca su “ambición única e innovadora y sus iniciativas de expansión y reforma, actualmente en curso”. Tienen diez años para conseguirlo y todo el dinero del mundo para lograrlo. Ya influyen de manera activa en todos los deportes con sus patrocinios millonarios y proyectan un Mundial majestuoso y magnífico. Un Mundial repleto de recintos futuristas y con la última tecnología punta. A la vanguardia.
El punto álgido de su Mundial son los estadios. La FIFA en su informe de evaluación los califica con un semáforo amarillo, que indica que hay un riesgo medio, pero es todo una calificación preventiva. La mayor parte no están construidos (8 de 15 propuestos) y los bocetos y planos de los ya diseñados son realmente rompedores. Estarán en cinco ciudades-sede: Riad, Yeda, NEOM, Abha y Al Kohbar.
El dossier presentado por la candidatura está repleto de construcciones que desafían a los cinco sentidos. El megaproyecto de la ciudad NEOM es una de sus grandes pilares. El impresionante nuevo estadio, incrustado en un acantilado y situado a 350 metros de altura. Se colocará en una cornisa sobre una futurista pared de cristal que englobe la ciudad y a la que se podrá llegar en barco o cruceros. El lujo máximo.
Su Alteza Real el Príncipe Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, Príncipe Heredero y Primer Ministro de Arabia Saudí, no reparará en gastos para ofrecer la mejor visión al mundo de Arabia Saudí. Ocho de esos quince espacios estarán en Riad. Los mejores estadios jamás construidos. En la ciudad cercana de Qiddiya, a escasos 20 kilómetros de la capital, se proyecta la nueva casa de Al Nassr, equipo de Cristiano Ronaldo, en lo alto del monte Tuwaiq y que contará un lago debajo del estadio de modo que bombeará el agua de lluvia recogida del estadio y el área circundante se convierte en una pared de hielo que enfría el aire que ingresa al sistema central de aire acondicionado.
El plan del reino saudí también incluye la contrucción de 175.000 nuevas plazas hoteleras. Estas megaconstrucciones también son el foco de las organizaciones defensoras de los derechos humanos ya que piden la mejora de las leyes laborales del país para proteger a los futuros trabajadores, la mayor parte migrantes asiáticos, que llegarán al país. Arabia Saudí se abrirá al mundo en 2034.
Gentileza Diario AS.-
Con información de teleradiodigital
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