Hace 454 años se fundó en un territorio árido y soleado nuestra ciudad de Carora.
Es mucha el agua que ha corrido bajo sus puentes, mejor digamos quebradas y caños
Su brillantez en la Venezuela de otrora es comparable con la extensidad de ese inmenso pedazo de tierra llamado La Otra Banda. Desde ese territorio nos llegó nada menos y nada más que el maestro Alirio Díaz, prodigio y genio mundial de la guitarra. También, desde ese semi desierto, nos llega la cultura caprina y sus derivados.
Caña de azúcar y hortalizas, también ha deparado está tierra xerofila. Más de nueva data, hasta la uva dijo presente, de la mano de Empresas Polar. Podríamos decir que desde lo poco, ha dado mucho este extenso semiárido.
Esto solo hablando de esta parte del municipio. Innumerables los aportes de las demás Parroquias, no nos alcanzan las lineas para cuantificar y detallar dichos aportes.
Carora se convirtió en una especie de encrucijada de caminantes y comerciantes que venían de otras latitudes, fundamentales nuestras relaciones con Falcón y Zulia. A ese trato cercano debemos nuestras similitudes hablando de cultura en general.
Aportes diversos y mezclas típicas de la época hacen de Carora, una tierra especial, donde todos nos conocemos y sabemos el origen de las cosas y quehaceres de nuestra ciudad.
Creo que la cresta de ola de Carora como ciudad, ocurrió hace un poco más de medio siglo.
El cuatricentenario es el evento más recordado de eso que ahora llaman gracias al Padre Beto, la Caroreñicidad.
Entiendo que nuestra ciudad en 1969 pasaba su mejor momento, el esfuerzo de sus hombres de trabajo alrededor del campo, hacia de nuestro terruño un emporio pujante. La Raza Carora ya daba sus primeros frutos y se trazaban líneas de lo que sería luego, los centrales azucareros. Jóvenes de nuestra ciudad lograban graduarse y así poder brindar a los coterraneos una mejor calidad de vida.
Pero, hablando de actualidad y dejando de vivir del pasado. ¿Qué debemos hacer los caroreños de ahora por el rescate de nuestra ciudad, cuáles serían las líneas a seguir para diseñar un modelo sustentable, cómo reunirnos en torno a la posibilidad de mejorar con el ambiente político y social, que tenemos?
Hay cosas que no podemos cambiar, estamos claros, pero quizás, entre las diversa visiones construimos respuestas para un mejor vivir. Algo debemos hacer.
Desde esta tribuna se me ocurre hacer una jornada o un movimiento para tal fin, donde nuestras necesidades sean el punto de partida y no la excusa para decir que nada podemos hacer.
Aplaudo la iniciativa que ejecutó la Alcaldía de Torres para el rescate del Parque Dr. Ricardo Álvarez Fernández. Este rescate se hizo gracias al apoyo del empresariado torrense.
Así como esta notable y exitosa idea, deben haber varias, pero necesario es buscar soluciones y no excusas.
Carora nos pertenece a todos y clama por mayor atención, responsables somos todos del estado en el cual se encuentra. Por muy buenas intenciones que tenga, el gobierno local poco puede hacer.
Esa actitud del caroreño, reunirnos a buscar soluciones a nuestras necesidades, creo, sería el mejor regalo para una ciudad que se niega a morir, pero evidentemente muestra el avance de su enfermedad y nos toca curarla.
¡Todos hacemos falta!
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
http://www.diarioelinformante.com.ve/2023/09/regalo-caroreno.html
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