Empezar, es de las tareas más difíciles en la vida, es el comienzo de todo, es cuando decidimos darle sentido a las ganas, es el acto más esperanzador en la vida.
Imagina que escribes un episodio de una novela o libro, donde tú eres el protagonista.
No permitas que ningún actor secundario, te arrebate el rumbo que diseñaste en ese proyecto, negocio, plan de ejercicios, curso, carrera, en fin. En lo que te hayas propuesto como meta.
Empezar no se hace temprano o tarde, al hacerlo le das forma, es importante saber que el tiempo comienza a medirse desde el primer paso, no cuando diseñas el plan.
Venezuela debe comenzar a creerse capaz de construir con su gente, el modelo de país que todos imaginamos. Por eso, hago hincapié en la titularidad de todos como protagonistas.
El nuevo país será la suma del esfuerzo de todos, ya basta de seguir hombres o mujeres, debemos ayudar a llevar a cabo un plan de país, donde todos tengamos definido nuestro rol. Con nuestros derechos y deberes, como en el mundo desarrollado.
No arrastremos nada del pasado, bastante mal la pasamos cuando nos equivocamos con esta gente. Yo soy uno de los equivocados. Fuimos muchos, ahora queremos rectificar. Todos sumamos y así debemos ver esto, no es dividir, es buscar la mejora para todos. En la medida que abramos los espacios, el país multicolor irá tomando fuerza, nadie tiene la plenitud de la razón. Podemos pensar distinto pero estamos claros, solo juntos podemos lograr el tan esperado cambio.
Ahora el reto será entendernos entre nosotros mismos y saber que ellos también forman parte de este país. Por lo tanto, debemos garantizar igualdad de oportunidades para todos y cada uno de nosotros. Esa será la gran diferencia, construiremos país desde la inclusión y estaremos atentos a cualquier intento de crear cúpulas o grupos privilegiados.
La ética y los valores deberán ser determinantes para los cargos que así lo ameriten.
Hablo de empezar porque pienso que debemos iniciar una nueva etapa del país, no hablar de Repúblicas, sabemos que hay una sola, nada de números, nos importa echar las bases de un Estado sólido, donde se respete la Constitución y los poderes sean autónomos.
Comenzar por fortalecer la educación desde sus niveles iniciales hasta los más avanzados. Incentivar la creación de oportunidades para los estudiantes de menos recursos, incluir en el presupuesto nacional una parte importante para invertir en la preparación integral del venezolano.
La participacion en las empresas del Estado debe ser por concurso y las carreras dentro de las mismas deben obedecer a la meritocracia.
La materia impositiva debe ser respetada a cabalidad y para progresar es indispensable pagar impuestos. Sin recursos, nada puede hacer el gobierno, no bastan las buenas intenciones.
Los servicios deben ser pagados por todos, para poder exigir su buen funcionamiento. No podemos exigir aseo urbano, si no lo pagamos.
Igualmente, con todos los servicios públicos.
Necesitamos un sistema judicial impermeable a la corrupción. Debe existir castigo, a los manejos inescrupulosos de los dineros de la nación.
El derecho a la libertad de expresión no puede ser coartado bajo ningún concepto. El libre ejercicio de la opinión pública debe ser lo normal en la cotidianidad del país. Necesaria es una prensa crítica al ejercicio del poder, toda la información debe estar al alcance de todos en aras de beneficiar al débil jurídico.
La ética y los principios serán el soporte de la estructura gubernamental. Esta misma estructura soportará la clase empresarial dispuesta a crecer con su capital humano.
El nuevo país necesita del crecimiento de la empresa privada y proporcionalmente el desarrollo de la clase obrera, creciendo los dos, generando progreso y promocionando la morbilidad social de la masa trabajadora. Ese es el verdadero desarrollo del país. Todos trabajando, todos aportando, en sinergía, como equipo, solo así, lograremos la transformación hacia el desarrollo.
El reto es de todos, importante saber el destino.
¡Juntos podemos!
Por: Pedro José Álvarez Chirinos.-
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