La anarquía sigue siendo la dueña del Cementerio Municipal de Carora, convirtiendo al campo santo caroreño en un espacio para la práctica de actividades delincuenciales, vicios y prostitución.
Desde un dormitorio, hasta el sitio ideal para las parejas, quienes utilizan las tumbas para la práctica de actividades sexuales a plena luz del día y vista de los visitantes. Esta situación no ha podido ser controlada por el gobierno municipal en Torres y debido a la falta de personal y vigilancia, el lugar donde reposan los fieles difuntos es irrespetado constantemente.
Y.M.-
Foto: Cortesía
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