“Yo diría que el precio del kilo de carne debería estar entre Bs. 55 mil y Bs. 60 mil, con un margen de utilidad medianamente aceptable, pero esto puede cambiar casi que todos los días tomando en cuenta que no se están controlando las variables macroeconómicas como la hiperinflación más alta del mundo. Así que lógicamente los precios seguirían cambiando”, sostuvo.
Desde Palabras Más, Palabras Menos por RCR, el agremiado insistió en que el problema hoy trata de ganancia y pérdida. “Cuando se pretende obligar a una cadena de comercialización tan compleja como la de la carne a trabajar a pérdida, inmediatamente se van a comenzar a cerrar las puertas y va a llegar mayor escasez de un producto que desde hace muchos años está en baja producción tomando en cuenta la situación país que hemos venido viviendo”.
“Se pretenden fijar precios controlados en un país con la inflación más alta del mundo y todos los días nuestros insumos y materia prima del ganadero suben. Hay una escasez muy grande en todo lo que necesitamos para producir y eso suma”, indicó.
Y continuó: “Estás obligando a la fuerza a la gente a vender la carne a Bs. 41 mil y esto no genera la utilidad necesaria que requiere el intermediario que en este caso es el mayorista y el carnicero, y por eso no quieren trabajar a esos precios, y por eso no hay carne, nadie quiere trabajar a pérdida y eso es lo que está pasando”.
“Quieren mantener este precio hasta después de las elecciones y eso es demasiado tiempo con la inflación que estamos viviendo, eso en definitiva es insostenible. Entonces debe haber una nueva reunión, deben sincerarse los precios para que la cadena de comercialización tenga los beneficios justos y puedan seguir trabajando”, concluyó.
Con información de prensa diario El Informador
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